viernes, 13 de agosto de 2010

Yo jamás fui niño. Fortunato Ramos.

Mi sonrisa es seca y mi rostro es serio,
mis espaldas anchas, mis músculos duros
mis manos partidas por el crudo frío
sólo ocho años tengo, pero no soy niño.

Detrás mis ovejas ando por el cerro
y cargau mi leña bajo hasta mi puesto
a soplar el fuego, a mismiar mi soga,
y no tengo tiempo para ser un niño.

Los años caminan y todo es lo mismo,
moti, sal con lechi son mis caramelos,
mi juguete un chivo o el perro ovejero,
poco tiempo tengo, pero no soy un niño.

Mi avión de juguete es un cuervo viejo,
mi camión un burro de trotar muy lento,
mi amigo, es el zorro que roba mis cabras
y es todo mi consuelo de poder ser niño.

Mi rostro es de viejo y mi andar de agüelo,
mis callos partidos por piedras del cerro,
mi poncho rotoso por el fuerte viento,
todo eso me dice, que no soy un niño.

Y no hay reyes magos,
no hay Días del Niño,
¡Jamás tuve la suerte
de poder ser un niño!

viernes, 23 de julio de 2010

La peonada.

(Todavía no se quien me pasó este recitado. Publicarlo es agradecerlo.)

Te he dicho como cien veces,
que no hablés con la peonada
 a vos no te importa nada
de todo lo que te digo.
Pero parece que un castigo
 no puede enderezarte.
O lo hacés para embroncarme,
o pa´ hacerme sentir mal.

Para vos lo mesmo da,
pensás que somos iguales.
Ya sos un muchacho grande,
te tenés que comportar.
Ahora me vengo a enterar
que a la mañana temprano
vas a tomarte un amargo
al galpón con la peonada.

Nunca me dijiste nada,
pero tenelo presente.
No me gusta que esa gente,
quiera copar la parada.
Te veo todos los días
que ayudás con el trabajo, 
a ellos tenelos abajo,
nosotros estamos arriba;

Perdoná que te lo diga, 
pero somos diferentes.
Es otra clase de gente,
no es que le tenga desprecio
Hay que mantenerse lejos
y también ser muy prudentes.
Te tenés que poner duro
 y dejarte de zonseras.

La peonada es cosa seria,
no hay que dejar que te sobren.
Me enteré que hay una joven,
la hija del capataz,
la que te hace suspirar,
y según tengo entendido
que la visitás seguido,
y eso no va a funcionar.

Y que gusto le sacás
a andar mezclao en las yerras.
Le regalaste una yegua
al hijo de Don José.
La verdad, no se que hacer
pa´que entiendas mi mensaje.
No es que me falte coraje
pa´prohibirte todo esto.

Sos capaz de dar lo puesto,
por esta gente compadre.
Ya lo charlé con tu madre
 y ella me dio la razón,
es triste ver a un patrón,
codearse con la peonada.

Te aclaro, dentro e la casa,
yo no los quiero ni ver.
Si no dejas de joder,
te mando pa´la ciudad.
Allá hay gente de verdad
y que está a nuestro nivel.

Y el mozo con desagrado
al ver tan duro a su padre
de lejos miró a su madre,
montando en aquel tobiano.

Y levantando su mano,
dijo adiós a la peonada
que muchos sin saber nada,
no entendían lo ocurrido
y sin hacer mucho ruido,
se fue el joven de la estancia.

Y ya ganó la distancia
por la bronca enfurecido;
sobre el lomo del camino,
con lagrimas en su cara,
azotó a ese mala cara
para que apurara el paso.

Y tomó por un atajo,
desafiando su destino
cayendo muy mal herido,
al desbocarse el caballo.
Tirao estuvo dos días,
sin que nadie lo encontrara.
Su cuerpo se desangraba
y sus ojos se nublaron.

Unos paisanos lo hallaron,
boqueando y muy mal herido
Sobre el ultimo suspiro,
al hospital lo llevaron.
Y a su padre lo entregaron
cumpliendo su cometido.

Su cuerpo estaba tullido
y sin sangre en su torrente
“ vaya preparando gente
para una gran transfusión
dijo el medico al patrón
que como un niño lloraba.

Y allá afuera se escuchaba
el galopar de jinetes
que ante ese llamado urgente,
ya sus venas preparaban.

Después de estar internao,
su vista se le aclaraba
y a su cama la rodeaban,
casi unos veinte paisanos.
Él apretando sus manos,
contaba con su peonada.

Su padre sin decir nada,
con lágrimas en sus ojos
besó la frente del mozo,
a todos dándole gracias.

 "Al fin hoy estas de vuelta,
hijo de mi corazón,
me enseñaste una lección,
la que llevaré presente
que si no es por esta gente,
el tata Dios te llevaba
nunca mas te diré nada,
y pa´que vayas sabiendo
por tus venas va corriendo,
la sangre de esta Peonada .“

martes, 6 de julio de 2010

Al final de la contienda.

El pastizal fué escenario,
testigo el atardecer.
Por culpa de una mujer
que jugó con dos amores
se encendieron los fervores
de dos aceros trenzados
que a filo y punta tantearon
la fuerza de sus razones.

Eran nobles corazones
heridos por la traición
y a ley de facón
a muerte se condenaron.

Y allá tendidos quedaron
sobre el pastizal silente.
Ninguno tuvo más suerte,
pues los dos se ensangrentaron.

Ése tributo pagaron
por querer la misma prenda
y al final de la contienda
los dos salieron perdiendo.

El olvido fué cubriendo
la historia de esta topada,
y la huayna, como si nada,
con otro volvió pal pueblo.

domingo, 25 de abril de 2010

"La perdonada." Conjunto Ivottí.

¡Feliz cumpleaños mija!
Hoy es un día muy especial
y tenemos que festejar.
Hace tanto que no hablamos...

Y es que Dios me ha regalado
en usted tanta felicidad
que no podía dejar pasar
y estoy tan orgulloso
que me siento muy feliz.

Pero no comprendo,
no la veo sonreír
no sé que le anda pasando
hace rato me anda esquivando.

Tengo tantos proyectos para usted
que desde que su madre se fué
es lo único que tengo
y a su lado me sostengo
para salir adelante.
Gracias por la hija que tengo
que supo como cuidarme.

-

Papá... Tengo miedo de lastimarle...
Muy pronto voy a ser madre
y usted el mejor abuelo.
Sé que mamá desde el cielo
nos estará bendiciendo.

Lo que hoy estoy sintiendo
es tan hermoso y triste a la vez.
El que era mi novio se fué
y sin importarle, me abandonó.

-

¿Cómo dice? ¿Qué sucedió?
¿Que está esperando un hijo?
¡Hable! ¿Por qué no me lo dijo?
¿O se siente avergonzada?

¿Por qué se queda callada?
¡Míreme cuando yo le hablo!
¡No le voy a permitir
estar en boca de nadie!

Ay mija, venga, abráceme.
Me ha dado un golpe tan fuerte.
¡Confié que era más inteligente!
Yo debí ser más precabido.

Lo siento en el alma mija
pero tengo que decirlo.
En esta casa, ya no tiene lugar.
Yo se que la voy a llorar
y a extrañar,
pero se tendrá que marchar.
Mija... Ha destrozado mi corazón...

-

Papá... Perdóneme por favor
¡No me abandone! 
Lloré a escondidas muchas horas
pensando en el daño que le causé.

Muchas veces le consulté
y siempre me ha comprendido.
Sé que está muy ofendido
pero escúcheme. Escúcheme.
Luego me iré de su lado.

Usted nunca ha dejado
que alguien hable conmigo.
Con veinte años cumplidos
ya no soy esa niña de ayer.
Ahora soy una mujer.
Y me debe comprender 
aunque sienta tanto dolor.

Quiero pedirle perdón
yo sé, la culpable soy yo,
y no me avergüenza ser madre,
pero quiero recordarle
que lo hice por amor.
Confié como me enseñó.

Y no se atormente por ésto
lo comprendo y lo respeto.
Recuerde de la Santa Biblia
lo que le pasó a María
fué una bendición de Dios.

¡Ruego me escuche por favor!
antes que deba marcharme
sepa que yo lo voy a querer siempre
y sólo llevo en mi vientre
el nieto que usted siempre soñó.
Papá, yo lo quiero mucho...

-

Ay mija, que lección me dió.
¡Espere! Esas palabras que ha dicho
han hecho ver a mi corazón.
Ya no quiero que se marche;
quédese junto a su padre
que era el deseo de su madre
que viva aquí, donde nació.

No quiero que ande sufriendo
que pa protegerla estoy yo.
Mija, si supiera cuánto la quiero mija,
¡cuánto la quiero!
Que ya tiene mi perdón.

"El malevo." (Argentino Luna)

Yo no trancaba la puerta
de mi rancho ni durmiendo...
¿Para qué?... Si del lao de ajuera,
por malo que juece el tiempo
la enrrejaba de colmillos,
el coraje de mi perro

Cimarrón, medio atigrao
lo hallé perdido en las sierras,
boquiando de agusanao
malo como manga é piedra,
tuve que traerlo enlazao
pa' curarle las bicheras.

Y ahí se quedó aquerenciao
compañero de horas lerdas.
Trotiando abajo el estribo
ni calculaba las leguas
y en donde aflojaba cincha...
se echaba a cuidar mis priendas.

Eso si... muy delicao.
Manosearlo, ni le cuento
se ponía de ojo extraviao
y se le erizaba el pelo
con que tenia bien ganao
su apelativo....... ”El Malevo”

Que animal capacitao
pal trabajo en campo abierto
había que verlo al mentao
trajinando en un rodeo
de ser cristiano, clavao,
 era dotor ese perro.

¿Yo echar tropilla al corral?
le chiflaba entre los dedos
y embretao en el chiflido
me los traíba clina al viento
y era un abrojo priendido
a los garrones del trueno.

Una vez bandeando tropa
con mucha agua en el río Negro
caí quebrao de un apretón
entre un remolino é cuernos
y me ganó la mollera
la oscuridad y el silencio.

Cuando volví a abrir los ojos
cruzaba una nube el cielo.
Gemidos y lambetazos
llegaban como de lejos
redepente compriendí,
medio me senté en el suelo
para entregarle las gracias

_Hermano, de ésta te quedo debiendo
no me halla ni el pan bendito
si no me sacás Malevo_
y una inmensa gratitud
se me atracó en el garguero.

Güeno, la cosa pasó
yo dentré pa'l casamiento
hice el horno, la cocina...
mi rancho estiró un alero
y en su chúcara clinera
charqueó el arroró y el rezo

A los dos años
gateaba mi gurí sobre un peleo
o andaba por el guardapatio
priendido a la cruz del perro
¡Ah! porque él me le sacó
las cosquillas al Malevo.

Lo habrá tomao por cachorro
de su cría el pendenciero
le soportaba imprudencias
se priestaba pa' sus juegos.
Y ande amenazaba caerse
se le echaba bajo el cuerpo.

La cosa jue tan de golpe
que hasta me parece cuento
fue después de un mediodía
como pa' fines de enero.
Yo me había echao en el catre
pa' descabezar un sueño

La patrona trajinaba
prosiando con el borrego
y un redepente aquel grito
como de terror ¡ROSENDOOO!
Y ya me pelé pa'l patio
Manotiando un caronero.

Ella estaba contra el horno
tartamudeando en silencio.
Tenía el guricito alzao
tembloroso contra el pecho
y avanzando agazapao
como una fiera... mi perro.

Enseñaba unos colmillos como puñales.
Los pelos se le habían puesto de un modo
que costaba conocerlo.
y en la brasa de sus ojos
se habían quemao los recuerdos.

De un salto me le puse en frente
le pegué el grito ¡MALEVO!
Le vi soltar una baba
_¡Esta rabioso Rosendo!_

No te me acerqués hermano
No te me acerqués.
Echa pa' tras... echa pa' tras
¡Juera perro!

Redepente me saltó
ladié pa' un costao el cuerpo
y sentí como la mano
le topaba contra el pecho
y cayó... Casi sin ruido
como una jerga en el suelo.

Cuando lo miré, los ojos
se le habían puesto muy güenos
como dándome la gracias
se le acortaba el resuello.
Se arrastró, lamió mis pieces
Meneó la cola una vez, dos veces...
y quedó muerto.

No tenía pa' elegir
hermano ¡tabas enfermo!
Fue por el cachorro ¿sabes?
De no, no lo hubiera hecho.

Por eso es que desde entonces
no me gusta tener perro
y cuando voy de a caballo
me parece que lo siento
seguir abajo el estribo
trote y trote por el tiempo.

domingo, 11 de abril de 2010

"Asi que se va." Conjunto Ivottí.

Asi que se va...
Vi la carta que recibió, 
esa, esa que tanto esperó. 
La de la embajada.

Ya tiene preparadas
 sus cosas en la maleta. 
En lo que a mi respecta
lleva poca ropa.

Ya sé, no le importa,
pero igual se va.
Veo muchas fotos,
está con nosotros 
de niño y de grande.

Mire mijo, yo soy su padre
y su madre desepera.
Sé que todo ésto lo apena
pero igual se va...

Bueno, espero que allá le den perspectivas
que aqui no recibía.
Europa es un sueño,
usté es dueño.

Pero, dejar sus padres, amigos,
hermanos, abuelos,
digo, que va a extrañar...

A su madre al despertar
el mate en la cama,
la ropa planchada,
los ravioles de los domingos,
el fútbol con amigos,
el truco, el asado...

Recuerdo que el abuelo, en el pasado
de aquél puerto también partía
y ya nunca regresaría,
se la pasaba mirando al infinito,
sufría por sus dos viejitos, 
a los que ya nunca pudo abrazar.

Vino para triunfar ¿sabe?
América en aquel tiempo era mejor, 
pero sufrió mucho el dolor
por el desarraigo.

Pasó por tantos agravios
que hasta pensaba en volver. 
Tan fácil no le fué.

Piense que era forastero
"los de aquí siempre primero"
los de afuera debían esperar, 
hasta que se pudo afincar
y luego formó su familia.

- · -
Papá, dije que no hablaría.
Lo del abuelo fué una guerra, 
lo mío es distinto, entienda.

Ya es mucho tiempo el que perdí. 
Sabe bien que desde que nací 
han pasado gobiernos de turno
y puedo decir que ninguno 
cumplió con sus promesas.

Fueron años de pobreza 
a los que usted siempre le peleó.
Tanto y tanto luchó
por un estudio para sus hijos.

¡Con cuánta impotencia maldijo!
Lo vi llorar tantas veces, ocultándose,
tantos reveses...

Toda una vida trabajó
y hoy tiene una magra jubilación
que parece una condena.

Viejo... Todo ésto me apena,
pa que seguir removiendo...
Demasiao` estamos sufriendo.

¡Déjeme!
puede ser que en Europa,
si es que la suerte me toca
me de una oportunidad.

- · -

Está bien, mijo.
Así que se va no más...
Bueno, pero si tiene que regresar
nunca dude.
Éste es su hogar.

Lo estaremos esperando.
¿Qué estoy llorando?
Sólo es de la emoción...

Yo le pido perdón
por este país inmaduro,
pa` usté fue tan duro...
¡Vaya mijo! ¡Vaya!
Yo voy a rezar pa` que le vaya bien..

Espere. ¡Déme un abrazo!
Quién sabe si éstos brazos
estarán pa cuando vuelva.